Una tristeza me invade,
como si ya comenzase mi final.
Y si, estoy bien donde estoy,
pero siempre me falta ese lugar donde no estoy.
Como si un pedazo de mí
siempre esté haciendo las maletas.
Porque, donde repose, siempre me falta alguien.
Y aunque me detenga,
algo en mí sigue de viaje.