Mi ombligo es una diana secreta,
mi centro de gravedad,
la órbita de los electrones,
un remolino en el mar.
Un cráter en erupción,
el ojo del huracán,
un oráculo sellado,
un anillo ritual.
Un arcoíris redondo,
burbuja en un vendaval
rueda, tambor y mandala,
una moneda de cristal.
Es una luna llena en mi piel,
un halo solar,
asteroide errante,
meteorito fugaz.
Mi ombligo puede encerrar mil mundos,
pero cuando la soledad me abraza,
se apaga, se cierra y no es nada:
tan solo una cicatriz deshabitada.