Me gustaría tener la inteligencia de Einstein, la genialidad de Da Vinci, la elocuencia de Shakespeare, la valentía de Juana de Arco, la creatividad de Picasso y la determinación de Marie Curie… Pero, considerando que, posiblemente, ellos tampoco lo tenían todo, me conformo con tener la paz interior que necesito para disfrutar mi viaje.