Soy ese árbol que luchó contra el frío del hostigamiento,
al que escuchaste quebrar sus ramas con el vendaval de la adversidad,
que hundió su tronco en la seca tierra de la desesperanza,
y logró reverdecer a pesar de la soledad.
Ahora que mi copa es frondosa,
¿acaso buscas mi sombra sin haber regado mis raíces con palabras de aliento?
...
No supiste ver de qué está hecha mi corteza.