Algunas personas desaparecen de mi vida. No las juzgo... ¿Qué sé yo de sus tribulaciones? 

Soy fuerte e inquebrantable… Porque la ausencia ya no es herida, es cicatriz.

... Y mis cicatrices crean mi personal mapa geográfico.

Sigo mi viaje; veo cómo me alejo de los árboles que están al borde del camino. La distancia aumenta, pero ellos siguen en el mismo sitio. Soy yo quien avanza. Así que, no lamento lo que ya no veo: celebro la distancia recorrida. Cada kilómetro es un aprendizaje; cada curva, una transformación. Y cada persona que se va, una hoja al viento.