En la Alameda,

hojarasca temprana.

Manso caminar.

 

Las primeras experiencias pueden parecernos insignificantes en ese momento, pero con el tiempo, nos damos cuenta de que forman la base de lo que somos y de cómo vemos el mundo. Tomemos el tiempo necesario para reflexionar y aprender de ellas para crecer.

No nos limitemos a correr hacia la meta. Apreciemos cada momento y aprendamos de nuestros pasos.