Algunas personas nos sentimos muy conectadas con el entorno y siempre encontramos inspiración en él.
Este senryu hace referencia a la belleza que existe en la naturaleza, representada por el canto del serín -que es un pájaro de canto melodioso- en el bosque de álamos, árboles firmes y esbeltos que pueden compararse con la fortaleza del alma, capaz de soportar las tormentas de la vida mientras son refugio para los sentimientos, al igual que un bosque es un hogar para muchas aves.
Considerando a este pajarillo como un juglar, la observadora considera su canto como una actuación artística, al tiempo que reconoce una forma de
arte en los sonidos de la naturaleza.
Este senryu celebra la riqueza y profundidad de las emociones que alberga su corazón. Al igual que el canto del serín, estas crean una melodía única y armoniosa como un trino en la paz del bosque. Cada sentir que alberga en su corazón contribuye a la sinfonía de su vida.
Cantando el serín
en mi bosque de álamos.
Precioso juglar.